¿La lana merina pica?

22 de octubre de 2002 | Marie Knowles

Ya sabes que hablamos de lana merina. Un tejido que no pica, ligero y muy sedoso al contacto con la piel. La escritora Marie Knowles descubre los secretos de la suavidad de esta fibra natural.

Las fibras naturales como la lana han tenido mala reputación en el pasado. Cierto es que nos acercaron a la naturaleza, pero también nos hicieron sentir picores que nos gustaría haber evitado. La lana tradicional picaba, era pesada y voluminosa, y cuando se mojaba, tardaba una eternidad en secarse.

Lana que no pica

Entonces llegó la lana merina, una lana suave y lujosa que fue cultivada en la naturaleza y combinada con sintéticos como una fibra de alto rendimiento. Empezamos a trabajar con este material en la década de los noventa para que te acompañase en tus aventuras al aire libre. Era lana, pero no como tú la conocías. Superligera, sin olores, sin picores y, lo has adivinado, sedosa y suave. Procedente de los Alpes del Sur de Nueva Zelanda, superó a las fibras sintéticas con sus credenciales naturales, renovables y biodegradables.

Natural y suave

En la época actual, nuestra lana merina superfina sigue siendo una de las fibras más suaves y naturales que puedes usar. Hay una razón por la que hablamos de este tejido como una lana de lujo. Pero ¿qué hace que sea tan irresistible al contacto con la piel?

La respuesta son las micras

Ahora, aquí es donde se pone un poco técnica la cosa, así que aguanta. El ancho de una fibra de lana se mide en micras o micrómetros. Cuanto más pequeña es la micra, más fina es la fibra. Para ponerlo en contexto, un cabello humano mide alrededor de 50 micras. Una fibra de lana merina de icebreaker tiene entre 17 y 19 micras. ¿Por qué te hablamos de micras? Bueno, cuando se trata del nivel de suavidad que ofrece una fibra, el tamaño importa, y en este caso, cuanto más pequeña mejor.

¿Por qué algunas lanas pican y la merina no?

Las fibras más pequeñas o más finas, como la merina, resultan más cómodas porque se doblan cuando tocan la piel. Las fibras de lana tradicionales son más gruesas y se mantienen rígidas contra la piel, lo que provoca que las puntas irriten las terminaciones nerviosas sensibles de la dermis. Las fibras gruesas pinchan la piel y dan esa sensación de picor. Fácil, ¿no? Entonces, si tienes la piel sensible, la lana merina podría ofrecerte la suavidad que buscas.

Seleccionamos a mano lo mejor

Trabajamos en estrecha colaboración con nuestros productores de lana merina, quienes seleccionan a mano solo las fibras más finas para nosotros. El pelaje de una oveja merino tiene fibras de diversos grosores, pero solo los más finos se convierten en ropa de icebreaker.

Tu piel te lo agradecerá

Estas fibras de merina£ superfinas hacen que las prendas de icebreaker sean una excelente opción para llevar al contacto con la piel, ya sea para el día a día, los días activos o en tus aventuras. No irritan ni pican, y resisten los olores y eliminan el sudor de manera natural. Tanto si buscas una capa base para ir calentito en invierno, ropa interior para andar por casa o de viaje o calcetines para el uso diario o para salir a caminar, la lana merina resulta suave y se adapta a la piel.

Tú lo has dicho

Nosotros estamos condicionados, claro está. Creemos que la lana merina es la mejor fibra, por eso nos encanta ver que tú también piensas lo mismo. Como Purdy, quien dejó un comentario sobre nuestros pantalones Crush y los definió como “Un abrazo para las piernas”. O Brick, que probó nuestra camiseta Tech Lite y se quedó boquiabierto con la comodidad versátil: “Suave, cómoda, favorecedora, cálida y fresca. ¿Qué tipo de magia es esta?”

Cómo conservar la suavidad de la lana merina

Cuando hayas invertido en el lujo de la suavidad de icebreaker, querrás que se conserve como nuevo con cada uso. Solo tienes que seguir estos sencillos pasos. Lava la prenda a máquina en agua fría normal, con detergente normal (la lana merina es naturalmente suave, por lo que los suavizantes añadidos debilitan su rendimiento), déjala secar a la sombra y dóblala para guardarla hasta la próxima vez. Si quieres más consejos, consulta nuestra práctica guía de cuidados.

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