¿Por qué es bueno llevar lana merina?

19 de agosto de 2020 | Jamie Patterson

La lana merina regula la temperatura corporal, elimina la humedad y resulta muy suave. Por eso es tan cómoda todo el año.

La lana merina viene de… la oveja merino, ¡claro está! La oveja merino se cría en algunos de los paisajes más irregulares e inestables del mundo, y ha desarrollado un pelaje único y versátil que las mantiene en calor y secas durante el invierno, y fresquitas en verano.

La lana merina es la fibra natural y renovable procedente de estas ovejas. Es la capacidad de regular la temperatura de estas fibras naturales lo que mantiene a estas ovejas cómodas durante todo el año y es esa misma propiedad la que hace que las prendas de lana merina nos mantengan calentitos a nosotros.

Frescor en verano

Puede que resulte difícil de imaginar llevar lana en verano, pero la lana merina no es como las demás. Sus fibras ligeras están diseñadas para mantenerte fresco y para eliminar la humedad y el sudor de manera natural. Más información sobre la lana merina en verano aquí.

Las prendas de lana merina no hay que lavarlas tan a menudo. Después de llevar una camiseta de merina todo el día, basta con colgarla para que se airee y volver a ponérsela. La lana merina no retiene los olores como otros tejidos, por eso si se lava después de usarla varias veces, se ahorra tiempo y agua, y se reduce el impacto medioambiental.

Comprar lana merina 100 %

Fibra renovable y biodegradable

Cada oveja merino produce entre 2 kg y 2,5 kg de lana al año. Al esquilarlas, se aprovecha el pelaje para elaborar las fibras naturales con las que se confecciona nuestra ropa de merino. La fibra de lana merina es renovable y biodegradable*. Se ha observado a través de los estudios que las fibras de lana merina se descomponen bajo tierra al cabo de doce meses. Así es cómo la madre naturaleza reabsorbe este material natural.

Tacto muy suave

La lana merina también es más suave que otras: tiene fibras ultrafinas (cerca de un tercio del diámetro de un pelo humano). No pica como otras lanas, porque es tan fina que las fibras naturales no pueden soportar su propio peso, lo que hace que se doblen y resulten muy suaves al contacto con la piel.

Todas estas propiedades y más hacen de esta una lana como ninguna otra. Es más ligera, suave y cómoda que otras lanas, aporta calidez, sequedad, frescor y seguridad, allá donde vaya. Desde cumbres de montaña hasta salas de reuniones, aeropuertos y escapadas isleñas, vayas donde vayas, nuestras prendas de lana merina te resultarán cómodas en todo el mundo.

* en determinadas condiciones.